Fecha: 7 de junio 2024
El día 7 de junio se conmemora la sexta edición del Día Mundial de la Inocuidad Alimentaria, cuyo tema para este 2024 es “Inocuidad de los alimentos: preparémonos para lo imprevisto”, ya que cada año alrededor de 600 millones de personas se enferman debido a los diferentes tipos de enfermedades que pueden ser transmitidas por los alimentos.
La Agencia Chilena para la Inocuidad
y Calidad Alimentaria (ACHIPIA), realizó un informe sobre las Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA) 2023, con el objetivo de describir y estimar el número de casos de estas enfermedades. Ante esto, en Chile durante el 2022 hubo 728 brotes de ETA, siendo los alimentos más sospechosos causantes de estas enfermedades las comidas y platos preparados (39,6%) en comparación a otros grupos de alimentos como pescados y productos de la pesca, bebidas, carnes y productos cárneos, entre otros. Los agentes causales principales fueron Salmonella spp., envenenamiento escombroideo por pescado, Norovirus y E. coli.
Dada la relevancia de estas enfermedades a nivel mundial, sobre todo en grupos vulnerables de la población como embarazadas, niños/as, personas mayor y personas con un sistema inmunológico deprimido, es importante abordarlas previniendo, detectando y gestionando los riesgos en cada una de las etapas de suministro que pueden generar contaminación de los alimentos. Es así, como el eslogan del Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos este año es “La inocuidad de los alimentos es un asunto de todos”. Considerando que actualmente existe una alta conectividad y globalización de los alimentos, es relevante detectar riesgos mínimos, así como los más graves. Ante esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Organización Panamericana de la Salud (OPS), proponen que, para estar preparados ante estas situaciones, “…los gobiernos pueden comprometerse a elaborar o actualizar planes nacionales de intervención en emergencias alimentarias, reforzar los sistemas de control de alimentos, aumentar la capacidad de vigilancia y coordinación, y mejorar la comunicación con empresas alimentarias y el público. Las empresas alimentarias pueden mejorar sus planes de gestión de la inocuidad de los alimentos, compartir lecciones aprendidas y colaborar entre sí, y mejorar su comunicación con los consumidores. Los consumidores pueden asegurarse de saber cómo notificar o responder a incidentes de inocuidad alimentaria y conocer las repercusiones de imprevistos en casa, preparándose para reaccionar adecuadamente…”
Pontificia Universidad Católica de Chile 2024