La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) declaró el 2018 como Año Internacional de los Camélidos, con el objetivo de fomentar la producción y el consumo de este tipo carne exótica.1
De acuerdo a la FAO, llamas, alpacas, vicuñas, guanacos, dromedarios y camellos domésticos y silvestres, son un recurso genético relevante para diversos pueblos en todo el mundo y para países sudamericanos como Bolivia, Argentina, Perú y Chile.
Fecha: 29 de noviembre 2018
A nivel nacional, los camélidos sudamericanos domésticos (llamas y alpacas) tienen una baja participación (1%) dentro las cabezas de ganado y se concentran principalmente en las regiones de Parinacota, Tarapacá y Antofagasta.2
Estudios realizados en la región de Parinacota indican que la producción de carne de llama y alpaca se encuentra mayoritariamente en manos de ganaderos del altiplano y está principalmente enfocada a cubrir sus necesidades alimentarias.3
En este sentido, la carne de llama y alpaca se comercializa en fresco o conservado como charqui, y estudios de aceptabilidad por parte de los consumidores indican que su sabor es similar a la carne de vacuno. De acuerdo a la composición nutricional, llamas y alpacas producen carnes con un bajo contenido de grasa (0,5 – 2,0%) y colesterol (51 – 56 mg/100 g) en relación con otras carnes rojas.4,5
En este sentido, el Año Internacional de los Camélidos es una oportunidad para dar mayor visibilidad a los esfuerzos locales en especial de los ganaderos y cocineros del norte de Chile y para generar nuevas iniciativas interdisciplinarias de tendientes a lograr este objetivo.
Pontificia Universidad Católica de Chile 2025