1. Seleccionar alimentos que sean estéticamente diferentes. Utilizar productos estéticamente menos atractivos, sea por su forma o tamaño, es una buena alternativa para evitar desperdicios de alimentos.
2. No comprar más de lo que necesitas, revise las porciones. Algunos estudios indican que los niños sólo consumen el 60% de la comida que se les sirve (Wansink, 2015).
3. Realizar la planificación del menú, verificando los alimentos existentes y así realizar la planificación de compra para no volver a comprar los mismos productos, elaborando una lista.
4. En casa, revisar constantemente lo que tiene disponible y priorizar el consumo de lo que esté próximo a vencer; para aquellos productos próximos a vencer, que no tendrá la capacidad de consumir dentro del plazo de vida útil, realizar preparaciones que permitan la extensión de su vigencia.
5. Una vez en el lugar de compra de preferencia, seguir la lista, esto ayudará a reducir al máximo las compras no planificadas. Así mismo, es importante seguir un orden específico al momento de seleccionar los alimentos, comenzando por aquellos productos que van en la despensa (alimentos no perecederos), seguido por los que se encuentran a temperatura ambiente y, por último, seleccionar los alimentos refrigerados y/o congelados; de esta forma se evita que estos se descongelen y pierdan sus características físicas. Luego, al llegar a casa es recomendable guardar primero los alimentos congelados y refrigerados.
6. Organizar adecuadamente su refrigerador. Es importante evitar abrir innecesariamente la puerta del refrigerador; y cuando se abra procurar que sea por la menor cantidad de tiempo posible, para evitar la pérdida de temperatura. Además, idealmente se deberá utilizar la siguiente estructura:
7. Sugerencias de recetas para evitar el desperdicio de alimentos en casa
• Pejerreyes falsos
• Quiche de hojas de betarragas
• Queque de plátano
• Croqueta de arroz y verduras
• Sopa de tallos de brócoli
(Manual de desperdicios y perdidas de alimentos, INTA 2018)