Seguridad Alimentaria en tiempos de pandemias

Artículo elaborado por los académicos la carrera de Nutrición y Dietética de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Fecha: 17 de marzo 2020

A lo largo de la historia, la humidad ha debido enfrentar diferentes pandemias, algunas de las cuales provocaron millones de muertes. Durante el siglo XX, específicamente en 1918, el mundo debió enfrentar la pandemia causada por la gripe española, la que se estima, causó 60 millones de muertes. Posteriormente, en los años 1957 – 1958 y después, en 1968, ocurrieron la gripe asiática (influenza A ‘H2N2’) y de Hong Kong (influenza A ‘H3N3′), estimándose el número de muertes causadas por ambas, entre 1 y 4 millones de personas. Por último, el año 2009 ocurrió la pandemia de la llamada gripe porcina (influenza A ‘H1N1’), contagiando a cerca de 134 mil personas y con una letalidad menor al 1%.

            Durante estos meses, el mundo se encuentra lidiando con una nueva pandemia, causada por el SARS-CoV-2, más conocida como COVID-19 y de la cual hasta el momento hay más de 160 mil personas contagiadas, causado la muerte de cerca de 6 mil personas.

            Mucho se ha estudiado, acerca de las medidas que se implementaron para lograr disminuir el número de contagios y muertes. Pero, cabe preguntarse ¿cómo logramos mantener la seguridad alimentaria en tiempos de pandemia? Las pandemias pueden afectar los sistemas de transporte, fuerza laboral y sistemas de suministro. Lo anterior, puede alterar el acceso, disponibilidad y utilización de los alimentos, especialmente en la población más vulnerable.

            Es fundamental mantener los suministros y canales de procesamiento y comercialización de estos, debiendo haber una coordinación permanente entre productores, comerciantes, líderes empresariales y autoridades. De lo contrario, podría haber un aumento de precios y/o desabastecimiento de alimentos, aumentando la inseguridad alimentaria.

            Durante los períodos de pandemias, se aumenta la probabilidad de desabastecimiento en supermercados, ya que se compra de forma desmedida, en grandes volúmenes de alimentos, de los cuáles, muchos no serán consumidos, aumentado su desperdicio. Para evitar  este problema, es necesario planificar las compras y realizar otras acciones que se entregan a continuación:

 

  • Prefiera alimentos no perecibles como: legumbres, arroz, fideos, quinoa, harinas, mote, frutos secos (maní, nueces, almendras) y conservas enlatadas, en caso de ser necesario.
  • Puedes comprar harina integral o blanca y elaborar en casa el pan, esto en la medida de tus posibilidades. Otra opción es tener pan pre-horneado o pre-cocido en tu refrigerador, si lo requiere, hoy en día este es almacenado con sistemas que permiten no congelarlo y sin el riesgo de fermentación, puede durar hasta 90 días.
  • No es necesario que compre grandes cantidades de carne, se puede reemplazar por legumbres, pescados en conserva o huevos. Al elaborar legumbres debes mezclarlas con algún cereal para mejorar su aporte de proteínas (arroz, fideos, quínoa, avena), puedes elaborar y congelar de dos maneras “guisadas como las preparaste o bien como crema (licuada)”, si vas a congelar esta preparación, una vez que la desees utilizar, debes descongelarlas por última vez.
  • Puede utilizar leche en polvo (preferir aquellas semi o descremadas), esta puede ser preparada con agua o puede ser usada en preparaciones para asegurar el consumo en niños principalmente.
  • Para el caso de frutas y verduras, prefiere aquellas frutas menos maduras, esto te permitirá disponer de ellas en la medida que su proceso se complete en días posteriores. Para el caso de verduras puedes preferir aquellas como zapallo italiano, betarraga, zanahoria, repollo, brócoli, coliflor, para el caso del tomate prefiere aquellos que no se encuentren tan maduros si el consumo no lo realizarás de inmediato.
  • Si compra verduras, debes lavarlas muy bien y luego cortar en trozos, para que pueda congelarlas, puedes disponer de ellas de 30 a 60 días.

En relación a la planificación alimentaria:

  • Planificar las preparaciones de los alimentos para dos semanas.
  • Debe consumir alimentos en raciones normales, no tamaños grandes.
  • Intente pensar en preparar una comida para dos días, congela lo que no se vaya a consumir y lo puedes utilizar en otra ocasión, te recomendamos que no sea al día siguiente, así mantienes dentro de toda la variedad de preparaciones.

Ejemplo de platos de fondo para la semana, considerando tus tiempos y alimentos disponibles:

Tiempos de comidas

Lunes

Martes

Miércoles

Jueves

Viernes

Sábado

Domingo

Almuerzo

Lentejas con arroz

Tallarines con salsa

Porotos con riendas

Filetitos de pollo con tortilla de arroz

Charquicán con huevo frito

Porotos granados

Ensalada de atún con quinoa

Cena

Charquicán de verduras

Croquetas de atún con arroz

Guiso de zapallo italiano con papas doradas

Crema de Lentejas

Pavo al horno con quinoa

Fideos con salsa blanca

Budín de zapallo italiano

Recomendaciones

Puede congelar  ambas preparaciones

Puede considerar arroz para dos días, refrigerar y usar en otra preparación

Puede considerar ambas preparaciones para dos días e incorporarlo en la semana

 

Puede disponer de las lentejas congeladas el día lunes

Usar la preparación de charquicán congelada.

Puede considerar quínoa para dos días

Usar los porotos congelados del día miércoles

Este día podría  disponer de lo que tiene congelado en días anteriores

 

Consejos prácticos

  • Congele el pan para que dure más tiempo
  • Lea las indicaciones del fabricante que aparecen en el envase para almacenar los productos.
  • Si queda comida preparada, refrigérala por no más de 3 a 4 días, si la congelas su duración se extiende a 30 días, dependiendo de la preparación
  • Asegure su higiene y lavado de manos constante, además de la limpieza de superficies donde se elaboran los alimentos, ya que el coronavirus también puede transmitirse vía fecal – oral.
  • Si presenta síntomas de resfrío común que curse con tos o estornudos, debe utilizar mascarilla a la hora de preparar los alimentos.
  • Aquellas madres que están amamantando a sus hijos/as, pueden seguir haciéndolo, ya que no se ha demostrado que el coronavirus se transmita por leche materna. Pero es importante, el uso de mascarilla al momento de amamantar, si la madre está contagiada, ya que la transmisión es por gotitas de saliva.
  • Recuerde si se toca la nariz, boca, oreja o algún elemento de su cocina debe lavarse las manos ¡Muy Importante!

Recuerde, que si organiza su compra en base a las preferencias de forma planificada puede cubrir sus necesidades, evitando el salir de su casa en estos momentos.

 

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